Pedacitos de mí,
que vienen y van, se pasean por mi mente, se desprenden de mi Ser…
Toman forma,
color,
Vida.
Son reflejos de mis percepciones, de mi psique, de mi Alma…
Se mezclan y se transforman en texturas de papel, ligeras, flexibles, volátiles, o bien duras, rígidas y densas…
Reflejos que permanecen en mi memoria, y se terminan anclando en la Realidad, en el flujo del Tiempo.
Duras, duraderas, impertérritas ante las miradas de cualquiera que quiera pararse a observarlas y con su propia esencia, heredada de una cultura y una sensibilidad personal y colectiva.